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Alguien que anda por aquí

Credo

Creo en el poder de la palabra. Creo en la fuerza de los sentimientos. Creo en el valor (cuantitativo y cualitativo) de los gestos. Creo en la capacidad de adaptación y de superación del ser humano. Creo en el viento que sopla haciendo que la vida fluya. Creo en los peces que nadan a contracorriente.  Creo en aquél que dijo que sólo tenemos una boca y dos orejas para hablar menos y escuchar más. Creo en el poder, la fuerza y el valor de la palabra, que vale más que la milésima parte de una imagen.

Hay días en los que digo exactamente lo que quiero decir, sin que lo diga todo.

3 comentarios

Paco -

Por supuesto que te leo. Te leo a escondidas cuando nadie mira. Me escondo en el baño junto a las tuberias. Y entre todos los trozos que oigo discurrir...te leo, y cuando leo letras tan grandes como estas, nazco, sonrio, me alegro...
Increible. Me ha gustado mucho.

El eco de mis palabras -

Nunca antes me había pasado. A lo largo de mi vida me descubro enamorándome de auténticos fantasmas, de sombras que modelo desde un aula de escultura a mi más puro antojo. Sombras que dejan de ser ellas mismas para alcanzar aquello que dicta mi propia conciencia.Y de veras, creo firmemente en el amor que les proceso y me sorprendo cuando, al mirarlas, me asomo al espejo de mi propio retrato, me observo sin saber que soy yo misma intentando sentirme identificada con parte de este mundo insensible por, como recoge Ángel González en sus versos, “haber sentido tanto”. Pero hoy y ayer, vuelvo a mirar sorprendida en mi nuevo diario “Hay alguien que anda por aquí” y me gusta pensar que aunque prácticamente seamos un par de desconocidas, tú no eres otra sombra. Quiero creer en ti y en el poder de tus palabras aunque sé, que con mi nueva creencia volveré a hacerme fluir para enamorarme nuevamente. Quiero pensar que como expresas hoy en tu credo, siguen existiendo personas que le dan ese valor al poder de los sentimientos, al poder de la palabra y… ¿por qué no? al poder de la imagen, pero no una imagen superflua sino una imagen como la que describes en cada uno de tus gestos, una imagen que te identifique para decir “esta soy yo”. Y a través de esa afirmación creo en la osadía de dejarnos ver, aunque reconozco, que gran parte de las veces me da un miedo espantoso.

De pronto no entiendo por qué se me viene a la cabeza una conversación que he tenido esta mañana en una reunión de trabajo y me veo desde mi imaginación gritándome a la cara con un “¡NO! Lo siento Ana, pero a mí sigue sin parecerme creativo” y entonces me siento aburrida haciendo una copia a carboncillo de una escultura griega que “artísticamente” he colocado al fondo del aula a modo de bodegón. ¡Pero Ana! No me hagas caso, me gusta escribir, contar, contar, contar y contar y si no cuento reviento y si no cuenta me aburro ¿Pero quieres decirme de qué estas hablando? Del arte, me paso la vida discutiendo con el arte, la técnica como mucho me parece…tenía pensado decir entretenida, tal vez por mostrarme políticamente aburrida ¡UPS! el inconsciente vuelve a traicionarme, supongo que la corrección excesiva es algo que también me...adormece. Como iba diciendo, aburrida, eso es, la técnica me parece aburrida. ¿Pero estás loca? ¿Y dónde dejas toda nuestra historia? La dejo donde se encuentra ella misma, Y pregunto ¿No podemos ver la evolución como una lucha entre el qué y el cómo? Así es como yo lo veo y lo siento Anita, pero me quedo con el qué. Pero mi niña, en el arte no pueden separarse, tú misma lo empleas cuando te expresas verbalmente apoyándote en cada uno de tus gestos. ¿Acaso no te has visto? Sí, y he de reconocer que me parecen absolutamente bellos pero también he de decirte, que son estos los que van de la mano de todo aquello que pretendo expresar y nunca la revés, nunca es el gesto el que cobra protagonismo para luego, a posteriori, seleccionar una a una cada una de las palabras.

Tengo tantas cosas que contar… no tengo tiempo de detenerme y es por eso por lo que a veces escribo olvidándome del carbón o el óleo y además, ¡me gusta tanto…!

Estás cambiando nuevamente de tema. Dime una cosa ¿Por qué has pasado del amor al odio? Te veo realmente ofendida ¿Quieres decirme qué te pasa?

Hoy he vuelto a traicionarme, a mí y a mi idea del Arte, pero si me doy permiso para volver, me olvidaré de mi traición para centrarme nuevamente en tus palabras que dan eco a las mías.

David Fergar -

me gusta en especial el de que "solo los peces muertos nadan con la corriente". es el lema de mi blog :)