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Alguien que anda por aquí

Huelga en el Metro de Madrid

No se puede tener paralizada una ciudad, aunque respeto el derecho a la huelga de los trabajadores del Metro de Madrid. Creo que es verdad que es la única forma de que se oigan sus reivindicaciones y de protestar por lo injusto. También llevan razón en que los servicios mínimos del 50 por ciento son abusivos, casi no se notan. Pero si rebajaran ese porcentaje, por ejemplo al 10 por ciento, nadie se iría a buscar un autobús, seguro que habría patadas y empujones por meterse en los vagones, los andenes serían el escenario de una auténtica batalla campal.

En cierto modo admiro que hayan sido capaces de ponerse unánimemente en pie de guerra para defender lo suyo, que no se dejen pisotear. Que no aceptemos las rebajas de nuestros derechos sin levantar la voz siquiera, cuando cada vez las cosas van peor en este país y siempre pagamos los mismos, dejándonos llevar por la resignación. Pero todo esto lo digo en tono genérico, creo que tanto unos (el gobierno regional) como otros (los huelguistas) mienten en sus argumentos y no comparto las quejas de los trabajadores, y eso que a mí también me bajan un 5 por ciento el sueldo. Quizá yo ya me he resignado a vivir en el mundo en el que vivo, quizá es que no valgo para la lucha, quizá soy demasiado pragmática y sé que es la menos mala de las alternativas que se plantean en estos tiempos.

Aún así, el Metro es un servicio público insustituible, por mucho que refuercen trenes y autobuses. Me parece intolerable la acción de los piquetes e insisto en que no se puede tener paralizada una ciudad como Madrid de esa manera, que ayer era una caos de gente desamparada y desinformada y angustiada y enfadada por no saber cómo hacer para llegar a trabajar. Confieso que yo tampoco sabría moverme por Madrid sin metro, de hecho hoy no me he movido del barrio por eso.

Estaba rara esta ciudad ayer y hoy, paralizada por dentro, en las entrañas, y frenética por fuera. Lo nunca visto en atascos y aglomeraciones y más violenta esta ciudad que nunca también: a mí no me afectaba la huelga porque iba en coche en sentido contrario al atasco y aún así conducía rabiosa, sorteando a fitipaldis, parece que el nerviosismo se contagia.

1 comentario

Laura -

Otra vez coincidimos en tema y otra vez desde puntos distintos. Me encanta! A ver si va a ser que nos complementamos y váis a tener que hacerme un hueco en vuestro hogar... seguro que a Vane no le importa, no? ;-) Muas!