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Alguien que anda por aquí

A menudo la vida no es para tanto

Hay una Elena que va por mis sueños y que es mucho más valiente y más decidida que yo. A veces logro sacar a esa Elena a la superficie, pero no siempre. Suele quedarse remoloneando por mis imaginaciones, dibujando un mundo de color de rosa, deshaciendo problemas y ajusticiando a los malos. Pero cuando se asoma hasta a mí me sorprende, porque lo resuelve todo de una manera sencillísima, demostrando que mi imaginación es un espejo que todo lo agranda, para bien y para mal.

 

La vida real no se parece al dibujo que hay dentro de mi cabeza. A menudo la vida no es para tanto. Ni cuando te imaginas que va a suceder una catástrofe, te pones en lo peor y tienes miedo hasta de llamar por teléfono no sea que se confirmen tus sospechas, ni cuando pintas en tu imaginación una realidad fabulosa y luego te encuentras con que no hay música de violines sonando ni estrellitas de colores pululando a tu alrededor.

 

A menudo el problema son las expectativas; ponemos demasiado empeño en ellas y se convierten en frustraciones planeadas de antemano, que decían en no sé cuál novela. Sí hay que tener esperanzas pero no tanto expectativas. Siempre esperanzas, siempre ilusiones, siempre hacia delante, siempre merece la pena al menos intentarlo.


La Elena de mis imaginaciones y yo sabemos que merece la pena no aferrarse a las ensoñaciones y centrarse en vivir dentro del mundo real, con sus choques y sus contradicciones, porque a pesar de lo dicho creemos que al doblar cualquier esquina puede empezar a sonar música de violines, porque creemos que la realidad siempre supera la ficción, incluso en lo maravilloso, en lo mágico.

1 comentario

Vestido largo sin tacones -

Hay magia en los sueños y también en la realidad. Merece la pena disfrutar de esta vida que nos han regalado, y saborear cada abrazo, cada beso, cada mirada, cada gesto, cada caricia...