Blogia
Alguien que anda por aquí

Contra los príncipes azules

Existe la creencia entre las chicas de mi edad de que los cuentos infantiles nos han hecho mucho daño, que por su culpa andamos ahora buscando entre la multitud a nuestro príncipe azul con el que seamos felices y comamos perdices. Ah, pero las cosas no son tan fáciles. Los príncipes azules de hoy en día no es como aquél que en caballo con alas hacia nosotras se encamina, más brillante que el alba, más hermoso que abril, como relataba el poema de Rubén Darío. Es más, a menudo ni siquiera son príncipes, pueden incluso ser sapos y en nosotras está saber ver su sangre azul. El amor puede pintarlo todo de azul; el azul del cielo que todo lo envuelve, el azul del mar que se derrama. Algo así quise decir cuando escribí el cuento hiperbreve que se titula “Cásting”:

Ella tuvo que besar a muchos príncipes antes de encontrar a su sapo azul.



0 comentarios