Blogia
Alguien que anda por aquí

De señales y deseos

Dice una amiga mía que hay que desear las cosas que queremos que nos pasen con fuerza, con convencimiento y con todo lujo de detalles, porque la vida no va a andar jugando a las adivinanzas. En esas estoy, aspirando a encontrar el piso de mis sueños convencida de que existe y de que está disponible, no hay por qué conformarse con menos.

Lo cierto es que encontramos ese piso que cumplía todos los requisitos (incluso los prescindibles), ese piso en el que ya nos veíamos viviendo, ese piso hacia el que apuntaban todas las señales, y lo dejamos escapar, porque tampoco creemos tan a ciegas en el destino.

Bueno, en realidad lo dejamos escapar porque los caseros iban a ser la panda de friquis de la que escribí hace unos días y pretendían jugar sucio con nosotras, pero igual fue una decisión nuestra no dejarnos llevar por lo emocional, lo que es todo un logro teniendo en cuenta lo poco racionales que somos en nuestra vida diaria. Al fin y al cabo, yo al menos creo que las señales sólo existen si crees en ellas y quieres verlas como tales. Si no les otorgas tú conscientemente un significado, son simples coincidencias, hechos accidentales que suceden a tu alrededor, cosas que pasan y no se quedan.

0 comentarios