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Alguien que anda por aquí

Ordeno y mando

Detesto ordenar, pero hay que ver qué gusto da ordenar. Me quita hasta el sueño. Cuando me entra la furia ordenadora, descubro feliz un lugar perfecto para cada cosa y encuentro cosas que no sabía que tenía y me doy cuenta de que hasta me sobra espacio y le doy la razón a mi madre, que siempre dice: “¿cómo no va a caber?, bien ordenado, todo cabe”.

Así voy poco a poco deshaciendo el desbarajuste de la mudanza, cogiéndole gusto al orden, retomando el mando de mi vida, quién sabe si esta es la misma base de los que le cogen el gusto al poder y la escalada de orden ya es imparable.

4 comentarios

Laura -

No le déis ánimos que a este paso se expande y no me deja ni un milímetro libre en la nueva Casa Blanca ;-)

Caravaggio -

Sin duda la presencia cercana de algunos objetos nos tranquiliza y nos refuerza. Aunque no tengamos ni idea de dónde los tenemos y no los hayamos visto en años... Besos!!!!!!

Liliana -

¡hey! ¡recién leo que ya estás a final de mudanza en el piso de tus sueños! ¡súper! al diablo con el resto, hay cosas que ya nunca se utilizan pero qué tranquilidad saber que andan por ahí cerca nuestro. besos.

Anónimo -

Orden...existe?? Necesitamos creer que si, no es cierto?? un saludo. J.M