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Alguien que anda por aquí

Falsas apariencias

Así se llama la película infame que me ha hecho perder quince minutos de mi vida este fin de semana. Un bodrio abominable con Bruce Willis, Matthew Perry y Rosanna Arquette.

Vale que la cosa no prometía demasiado desde el reparto, pero estábamos en día tonto y buscábamos algo ligero como alternativa a la finalización definitiva de la mudanza.

Mira que yo soy de las que creen que cualquier película, cualquier libro puede valer la pena, que de todo se puede aprender algo, aunque sólo sea cómo no se deben hacer las cosas, pero a esta película no le di más de 15 minutos de oportunidad. No había necesidad de seguir sufriendo.

Hay demasiadas películas en este mundo que aún no he visto o que merece la pena volver a ver como para perder el tiempo viendo a Rosanna Arquette burlándose estúpidamente de Matthew Perry, que tiene miedo del capo de la mafia refugiado en su vecindario que es Bruce Willis. A la hoguera con ellos.

Apagamos el dvd y afortunadamente salió en la televisión Incautos. Llevaba tiempo queriendo volver a ver esa película, así que fue un regalo encontrármela de pronto en televisión. Brillantes los actores, la dirección, el montaje, la trama. Incautos sí que es un peliculón que requiere varios visionados, Incautos sí que es una excelente película sobre las falsas apariencias, y no esa americanada que encima tiene una segunda parte: “Más falsas apariencias”.

Y yo me pregunto: ¿Los que hacen películas malas saben que están gastando una pasta indecente en hacer películas malas? Con el mismo tiempo, personal y dinero se puede hacer algo mejor, seguro. ¿No se dan cuenta? Me estoy refiriendo a las películas realmente muy malas, las insípidas; no es que vaya de intelectual y quiera ver cine de culto a todas horas, creo que hay momentos para cada cosa e incluso me gustan las películas pastel, también a menudo las tontas y las previsibles. Son, creo, necesarias para los días que tienes el encefalograma plano, definitivamente cumplen una labor social.

1 comentario

Arturito -

Las películas malas son necesarias y las regulares también. Nos sirven precisamente para valorar de verdad las buenas, las buenísimas y las obras maestras. BESOS!!!