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Alguien que anda por aquí

Hay que pensar en positivo

Tengo un CD que está ralladísimo y siempre lo meto en el reproductor con miedo, suplicándole a las ondas que esta vez me deje escuchar aunque sólo sea una vez esa canción, y siempre me decepciono. Tengo un ritual de pequeños trucos para que la música comience a sonar, y la triquiñuela funciona durante unos segundos, pero al final siempre me quedo con las ganas de disfrutarla al completo.


Pero ayer encontré el CD buscando otra cosa, lo metí en el reproductor pensando que estaría bien acompañar ese instante con esa banda sonora, le di al play inconscientemente y la música empezó a sonar, justo en el preciso instante en que me acordaba, absurdamente, de que el CD estaba rallado.

 

La cosa es confiar, no tener miedo; solo así las cosas pueden salir bien, y esta regla sirve para todo. También sucede en las relaciones. No es una fórmula mágica, claro, pero si empiezas algo pensando que puede salir mal, se acabarán cumpliendo tus peores presagios, porque los has convocado.

 

Lo positivo llama a lo positivo, el universo se rige por las leyes de la atracción. Los pensamientos negativos atraen inevitablemente hacia ti las calamidades que más temes, del mismo modo que los perros van a las personas que les tienen miedo, porque lo huelen.

 

Hoy he sacado turno para comprar un billete de tren y había 51 personas delante de mí, lo decía el papelito que sacas, como el de las carnicerías. La sala estaba llena de personas angustiadas, enfadadas o aburridas, así que me he ido a dar una vuelta por la estación para no soportar ese ambiente.

 

Pero me he entretenido más de la cuenta y cuando he querido regresar, por un instante he pensado que ya se me habría pasado el turno, que vaya torpeza perder toda la tarde en Atocha con la de cosas que tenía que hacer, pero no me he querido enredar en esos pensamientos mientras me dirigía hacia el punto de venta. He querido pensar que también existía la posibilidad de que aún llegara a tiempo, y de hecho así ha sido: en cuanto he entrado en la sala, en la pantalla saltaba mi turno. No he podido disimular la sonrisa sintiendo cómo se clavaban en mi espalda las miradas furibundas de todos los que se hacinaban en la sala.

 

9 comentarios

Iratxe -

Genial....totalmente de acuerdo... es cuestion de actitud.., luego puede salir mal...pero el confiar y ser positivo es el principio, la base, sin eso no hay nada. Encantada de volver a leerte.

Cloe Andersen -

¡Exacto! Hay que confiar; si no, de dónde te crees que viene la clásica suerte de los tontos??? Me encanta lo de "se acabarán cumpliendo tus peores presagios, porque los has convocado"... Matemática pura!

Isidro -

Gran verdad..si señorita, lo positivo llama a lo positivo.

Alf -

Estoy con Alba, saca el billete por Internet! No obstante creo que ayer era un día de fortuna para ti!

con h mejor -

:)

Alba -

Eleeeeee!!!La próxima vez saca el billete por Internet1!!!!Jajajajaja... No, en serio, yo soy de las que se cabrea con pequeñas cosas y un día volverse odioso por tener en cuenta esas putaditas cotidianas. ¿Y todo lo demás bueno de lo que no nos damos cuenta? Hay que aprender a verlo. Yo primer (como decíamos en el cole)

Noemí -

Hay Elenita que bien me ha venido leer este post hoy, que me ha hecho sentir como si me tomara un café contigo. Eres una heroína de lo cotidiano, soy tu fan!

elena -

Ésa actitud es precisamente la que hay que cambiar, J!! está todo en nuestra cabeza...
Gracias por seguir ahí!!

- J - -

Celebro que hayas vuelto a escribir algo (ya nos tenías abandonados) y que hayas tenido tanta suerte. En cambio, yo soy de los que se tiran media mañana esperando a que salga su numerito ante el miedo de volver cuando ya haya pasado mi turno :S