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Alguien que anda por aquí

Amarrado a la pata de la mesa

Llego tarde, muy tarde, quizá demasiado tarde; desoigo las advertencias antes de entrar; subo de dos en dos las escaleras y al llegar me encuentro con un vestido de flores tirado en el suelo, unos cuantos vasos de plástico sucios apilados en un rincón, una pelota dentro de una caja de cartón entreabierta, un cinturón bien apretado, una cuerda gruesa, una cerilla apagada y dos charcos enormes en el suelo.


Podría ser la escena de un misterio por resolver, pero era la segunda planta del Centro de Arte contemporáneo Dos de Mayo de Móstoles, la exposición del artista cubano Wilfredo Prieto “Amarrado a la pata de la mesa”. Los charcos eran de ron y Coca-Cola: la obra se llama “Cuba libre”. El vestido de flores es la pieza titulada “Jardín”.

Los vasos de plástico como residuos de una fiesta son la “Escala de Valores”, la cuerda amarra la pata de una mesa que minutos después sobrevolaría el cielo de Móstoles prendida de un helicóptero en vuelo estático, “La pelota redonda viene en una caja cuadrada” y la cerilla apagada en realidad es una “Estrella muerta”.


Encontrarse con una piedra, un excremento o un charco cuando vas caminando por la calle es una molestia. Pero, ¡ah! encontrarse con esos mismos objetos, en ese orden dispuestos, en el suelo de un museo, es contemplar una obra de arte, en este caso titulada “Obstáculo”.


“Hemos talado todo un bosque para construir una cerilla”, me dice el artista resumiendo su vocación conceptual. Su vocación de que el arte reflexione sobre la realidad cotidiana, con el "mínimo esfuerzo" por su parte, con las mínimas interferencias, la mínima manipulación, con la vocación de rescatar del entorno objetos cotidianos y sacarlos de contexto para que así, al exponernos en un museo, adquieran otro significado, otra lectura, dotarlos de valor artístico.

 

Me convence su argumento, me seduce la invitación a ir por la vida con los ojos más abiertos, pero quién decide en este mundo qué es arte. Y también, de quién es el mérito: ¿del que se arriesga a tirar en el suelo de un museo un vestido floreado o de quien ve un jardín con flores en él?





5 comentarios

Cloe Andersen -

El problema que veo yo aquí es que los artistas siempre nos acaban seduciendo en las distancias cortas, y al final nos venden humo... pero lo argumentan tan bien! Era guapo???

Elena -

A mí me gusta el arte contemporáneo, sobre todo si tienes al lado a alguien que te lo explique, que te dé alguna pista, pero ayer no daba crédito cuando me encontré con esa sala llena de cosas tiradas por el suelo...

Después de entrevistar al artista me quedé más conforme, la verdad, pero no sé si ese artista domina lo ortodoxo o solo sabe hacer estas obras... él desde luego presumía de no hacer "ningún esfuerzo", porque así no "manipulaba" la realidad... claro que por esa regla de tres, ahora mismo, el desorden de mi mesa o ese pañuelo que se me acaba de caer al suelo es arte!!

Me gusta tu comentario gafapasta, Alf, tu interpretación de la caja de cartón sí que tiene arte!! pero a veces dudo de si el artista realmente piensa en esas metáforas o simplemente se ocupa de meter una pelota dentro de una caja y dejarla en el suelo de un museo!!

oscar -

Chapeau, yo creo que debo ser muy cerrado de mollera porque esto del arte contemporáneo me parece una tomadura de pelo. Y no me extraña lo más mínimo que siga siendo un arte minoritario y elitista, porque no convence a nadie mas que a aquellos que van de culturetas y enteraillos... es una opinión

Noemí -

Mi abuelo, el pintor, decía que para llegar al sumun del arte conceptual y vanguardista, primero el artista debía saber hacer lo ortodoxo con maestría. Mi pregunta es: ese artísta sabe hacer algo distinto con más esfuerzo? No se, a mi también me gustaría saber qué es el arte. Un besito guapa, me ha encantado el post.

Alf -

Una no! Tres maravillosas entradas nuevas que no había visto todavía... Hombre, yo soy de los que piensa que el arte es arte si te evoca algo... y a mí el Cubalibre me parece al menos ingenioso, jajaja. Sin embargo a mí lo de la pelota que viene en caja cuadrada tengo que decir que sí me evoca ideas y me gusta como obra de arte... La idea de que la vida poco a poco nos va introduciendo en cajas cuadradas según vamos madurando y dejamos de jugar con pelotas redondas e imprevisibles...

Ale, ahí está mi comentario de gafapasta