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Alguien que anda por aquí

Dejadme en paz con mi miedo

Se dice que el miedo es libre, como si fuera un animal incívico. Y así está: desbocado, correteando por los pasillos de mi cuerpo. Como un oso que asalta mis costillas, una libélula que zumba en mis pulmones, un topo que echa tierra en la mirada, un roedor que husmea en la garganta, un perro que entierra un hueso en el fondo de mi estómago, un pájaro que cierra lentamente sobre mi pecho sus grandes alas.

 

No hay que tener miedo. Te dicen: No tengas miedo. Como si fuera a someterse el animal que recorre mis rincones. Va por libre y no obedece. No atiende a razones. Mi animal no atiende a razones. Como el amor es el miedo.

 

Si se dice que el miedo es libre, ahora lo digo yo para que me dejen tenerlo, para justificar mi derecho a tenerlo. Yo ya pongo de mi parte: yo ya me sujeto el corazón dentro del pecho para que no salga corriendo. Pero estáis todos demasiado cerca; en el metro, por la calle, me miráis al pasar y cualquiera de vosotros podría llevar una piedra.

 

Ahora necesito cuando voy por la calle ocupar más espacio del que ocupo. Mirar a todos los que me cruzo y cerciorarme de que no lleven en las manos piedras.

 

Aun así me echo a las calles como si no existieran en este mundo los locos que cargan una piedra y camino con soltura. Bueno mujer, poco a poco, me dicen. No te va a volver a suceder, me dicen. Si no ha sido nada grave. Pasa cuanto antes por esa calle, me dicen, verás que no tiene nada. Ya lo sé, no he perdido la cordura. Sé que es verdad. Pero no tiene menos razón mi animal, que anda como un estúpido enamorado golpeándose con las señales que él mismo proyecta. Ya le pondrá el tiempo en su sitio. Dejadle ahora con su andar errático.

 

4 comentarios

Carlos -

Yo, que soy miedoso por naturaleza, te comprendo. Y sin embargo, eso tampoco es cierto, porque no podemos comprender realmente al otro. Antígona muere emparedada, enterrada en lo más mineral, que es la piedra, a la adúltera la lapidan a pedradas, la piedra es el arma más primitiva, tb la más contundente. Que en la era del tablet alguien te ataque con una piedra tiene algo de anacrónico, de inhumano y de terrible. Vive tu miedo con plenitud y deja que el corazón se desboque como si corriera por un desfiladero de piedra. Así dejarás atrás ese tiempo mineral y podrás otra vez vivir feliz entre los animales y las plantas.

marta -

Amiga, hay una técnica que me ha resultado y fue transformar ese miedo en literatura (o macetas con flores nuevas, o alguna receta caserita para compartir) y entonces ahí queda "el miedo jugando solo" cuando menos lo esperes sólo habrá un huequito que te recuerda que estás en este mudo y hay que ir con cierto cuidado pero con la libertad de siempre. Abrazo interocéanico de otra asustadita amiga.

chafayita -

Me cachis, me encantaría estar en la performance pero llego el 20 de marzo a Madrid y seguro que el miedo ya se habrá ido para esa fecha. Amiga, lo bueno es que al animal lo conoces cada día más, ya está crecidito y justificadamente alimentado, así que te dejará un tiempo en compañia de su prima cautela y luego, ambos te obligarán a soñar sola de nuevo por las calles de una ciudad que conoces como si fuera tu propia casa. Un beso para Laura, otro para tí y otro para el miedo.

FuGo -

Pase meses despertándome tras batallas imaginarias con las almohadas y las sabanas, y sólo por saber que alguien había revuelto mis cajones. El miedo es incontrolable, pero lo bueno es que se cansa y se acaba marchando, tal cómo llegó sin casi darte cuenta. Abrazo gigante, y si quieres nos hacemos una performance recorriendo esa calle entre risas con cascos de moto puestos! ;)