Más alta y más rara
No hablo de mí, sino de ella: más alta y más rara la música que me pide el cuerpo ahora escuchar, al compás de mis pensamientos.
Más alta para que no se escuche otra cosa, más rara para que no tenga ni tentaciones de cantarla mientras voy a 120 por la carretera, porque llega un momento en el que a una le parece que hasta las canciones de Alaska hablan de mí.
2 comentarios
Tali -
reynadesaba -