Ensayo. Poema

 

Hay exactamente 1.852 metros

andando entre tu casa y la mía

Hay diez años de distancia

entre tú y yo

Hay un gato equilibrista

desafiando el vértigo de los tejados

Hay una sola estrella

en este cielo invernal

 

Hay una chispa de hielo

entre nuestras miradas

Un mensaje de amor en una botella

que ha llegado a puerto una sola vez

Más de un malentendido,

una muralla intangible

hasta en los momentos de placer

 

Hay una rubia estúpida tapándote

a esta hora sonriente los ojos

Hay un te quiero no dicho

que se ha quedado tirado

a las puertas de un bar

 

3 comentarios

[paco - 08 de febrero de 2010 - 19:51]

muchos secretos bajo la piel.
pocos libros abiertos.
bien por ti,
bien por tu poema.

[David Fergar - 03 de febrero de 2010 - 14:42]

Las madrugadas siempre son peligrosas, tanto para lo que uno escribe como para lo que uno hace, pero a veces uno se encuentra una bonita sorpresa al lado de la almohada, que espera que no se vaya "donde habita el olvido".
Yo no soy crítico literario y no soy quien para decir si un poema es bueno o no, pero a mí, historias en las que hay distancias, hielos, rubias y malentendidos siempre me parece fascinantes y reflejo de la vida misma.

[Elena - 28 de enero de 2010 - 01:58]

Hoy no escribo lo que me ha ocurrido sino lo que de madrugada se me ha ocurrido...