Todos somos ex
Tengo una amiga que es su propia ex novia. Es decir, que la única novia que ha tenido su actual novio es ella misma, años atrás.
Cuando me lo dijo, su situación me pareció envidiable, porque a veces mis amigas y yo hablamos de lo perversas y dañinas que son las ex novias que no se quitan del medio. Siempre queremos mandarlas a todas a una hoguera, para asegurarnos de que no dejen huella y de que no se podrán entrometer en las relaciones futuras de sus antiguos novios, una vez puestos de nuevo en circulación.
Por eso me pareció fascinante la libertad de mi amiga, sentir que no tiene a nadie detrás con quien inevitablemente la comparen, no tener un fantasma que planee sobre esa relación presente. Pero ella me dijo que era horrible no tener a nadie a quien echarle en cara los problemas de su relación de pareja, sentir que ella misma era la culpable de no haberlo domesticado a tiempo.
En fin, es inevitable, todos somos ex, incluso de nosotros mismos. Las personas que fuimos y formaron una relación en el pasado a veces ni siquiera se parecen a las que quieren construir una pareja en el presente o en el futuro.
Todos traemos equipaje de nuestras relaciones anteriores. Temores, pedestales y rutinas, cosas a las que estábamos acostumbrados. Hay que aprender a manejar distintos códigos, a comprender los de la otra persona y acoplar los ritmos. Aunque difícil, también es fascinante aprender a construir un nuevo amor en cada impulso.
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La Tarasca -