Receta para descubrir si a una de verdad la aman

Ya está, la he encontrado, es mágica, funciona siempre. Garantizado. Sin trucos y sin matices, en esta receta se explica todo clarísimamente. Y vale tanto para chicos como para chicas, lo he comprobado, sólo hay que cambiar el género de las palabras. La receta me la ha dado un gran maestro de la palabra y viene del lugar donde todo es verdad: la poesía.

 

RECETA PARA DESCUBRIR SI A UNO DE VERDAD LO AMAN

Si te amo

no te amaré

como me amo a mí mismo

porque eso

no sería suficiente

-tú eres algo más

que mi prójimo-

 

No te amaré menos

de lo que me amo

no sólo porque eso es

demasiado poco

sino porque no sería amor

 

Si te amo, te amaré más

que a mí mismo, más que a todo

y entonces, únicamente entonces

descubriré si me amas:

de lo contrario

casi de inmediato

mi amor se te volvería

insoportable.

(Francisco Garzón Céspedes)

6 comentarios

[Alf - 13 de diciembre de 2010 - 01:06]

Me ha gustado mucho lo de las naranjas completas. También pienso lo mismo que Garzón, si no amas a una persona lo mismo que ella a ti, el amor se vuelve insoportable, pegajoso...

[Elena - 09 de diciembre de 2010 - 00:15]

Yo creo que no es ironía, es la pura realidad: es insoportable que te quieran mucho y no sentir lo mismo por esa persona, porque te agobias, tanto como querer mucho y no ser correspondida.
Ya sabes, Ana, que yo no creo en las medias naranjas, sino en las naranjas completas que ruedan a la vez, que avanzan juntas al mismo ritmo. por eso una no puede amar más que la otra, porque irá más rápido y la dejará en el camino.

[Ana - 08 de diciembre de 2010 - 21:49]

Estoy contigo en que si una persona elige compartir su vida con otra, la pareja cobra prioridad pero yo sí que creo que hay otra manera amar. Al decir que no me gusta amar ni más ni menos que lo que me quiero a mí misma no me refiero a un amor egoísta sino a un amor que valore a la otra persona tanto como a sí mismo, donde las necesidades de la otra persona sean igual de valiosas que las propias aunque estas sean contrarias. Desde este sentido, me gustaría creer que se puede “querer” a todo el mundo del mismo modo, no con la misma intensidad, pero sí de la misma manera.

Por todo esto me cuesta leer el primer verso (y parte del último) ya que al cobrar más importancia la otra persona creo que podemos correr el riesgo de dejar de ser “aquellas naranjas completas que un día decidieron compartir sus vidas” aunque reconozco que si ambas partes tienen la misma forma de amar (según el poema) el equilibrio se alcanzaría igualmente.

Me resulta gracioso leer el último verso porque no dice que si descubre que no es amado, el amor (o no amor) del otro se vuelve insoportable sino que…(espera que lo copio)



…descubriré si me amas:
de lo contrario
casi de inmediato
mi amor se te volverá
insoportable.


Está siendo irónico (o al menos eso creo).

Besos

[Coco - 08 de diciembre de 2010 - 20:16]

De mayor quiero aprender a ser pequeño

Cuando era pequeño me enseñaron,
a perder la inocencia gota a gota,
¡qué idiotas!

Cuando fui creciendo aprendí,
a llevar como escudo la mentira,
¡qué tontería!

De pequeño me enseñaron a querer ser mayor,
de mayor quiero aprender a ser pequeño,
y así cuando cometa otra vez el mismo error,
quizás no me lo tengas tan en cuenta.

Me atrapó el laberinto del engaño,
con alas de cera me escapé,
para no volver.

Cerca de las nubes como en sueños,
descubrí que a todos nos sucede,
lo que sucede.

De pequeño me enseñaron a querer ser mayor,
de mayor voy aprender a ser pequeño,
y así cuando cometa otra vez el mismo error,
quizás no me lo tengas tan en cuenta,

De pequeño me enseñaron a querer ser mayor,
de mayor voy aprender a ser pequeño,
y así cuando cometa otra vez el mismo error,
quizás no me lo tengas tan en cuenta.

Enrique Bunbury

[Elena - 08 de diciembre de 2010 - 18:23]

Siento discrepar pero a mí esta receta me ha funcionado siempre, y en los dos sentidos, para descubrir si era de verdad o no, si yo estaba queriendo bien y si me estaban queriendo bien.

Tal y como yo la entiendo, no es ningún peligro, es la única forma de amar de verdad, porque la pareja tiene que ser una prioridad en tu vida, si no, no es amor y mejor que dediques tu tiempo a otra cosa, que hay muchas por hacer y mucha gente que lo merece.


Si es la persona con la que quieres compartir tu vida, no la puedes tratar igual que a otras personas a las que quieres, ni menos que a ti misma porque entonces sólo le darás las migajas de tu tiempo y de tu cariño.

Claro que sólo hay que entregarse así a quien lo merezca, a quien te corresponda igual. Si no se vuelve insoportable, como dice el último verso, pero al menos se descubre pronto.

[Ana - 08 de diciembre de 2010 - 17:09]

Qué peligrosas recetas las que a veces encontramos en poemas y canciones y en anuncios publicitarios y para simplificar un poco, en todas partes.

Yo preferiría amar y ser amada de un mismo modo, no quisiera ofrecer ni más ni menos que lo que yo me quiero a mi misma…siempre y cuando sea capaz de amarme bien que por otro lado no es tarea fácil.

Hay un libro titulado “Mujeres que aman demasiado”. Me atrevería a recomendarlo aunque reconozco que aún no lo he leído.

Besos fuertes