Mi Lucho ya es mayor
Parece que fue ayer. Fue un parto con ayuda, porque hacía años que no tocaba un coche y me dio miedo sacarlo sola del concesionario, con ese suelo tan brillante y esa cuesta tan empinada que daba a una calle con tanto tráfico. En sus papeles ponía que era un coche de color 'azul lucía', así que decidí llamarle Lucho como femenino de Lucía, porque obviamente era un macho (el coche, el vehículo, el automóvil), y acerté, resultó ser además todo un Luchador, que no se amedrentaba ante los camiones de la Carretera de Andalucía que cogía todos los días por aquel entonces para ir a trabajar.
Echo ahora la vista atrás y me siento vieja de repente, como si mi bebé tuviera que hacer ya la primera comunión. Tengo que llevarle esta semana a pasar la ITV, que a mí siempre me ha sonado a algo que tienen que revisarle a los viejos, ¡si el mío está hecho un chaval! Sé que es ley de vida, que es inevitable que pase el tiempo y deje su huella... sólo espero que no llegue pronto el momento de que abandone el nido.
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rege -
David Fergar -