Blogia
Alguien que anda por aquí

Había un hombre leyendo

Había un hombre leyendo. La gente normal hablaba por teléfono, aprovechaba para contestar mensajes, opinar por twitter o actualizar su estado de facebook. Se enfrascaban con algún videojuego en su móvil o escuchaban música sin más.

 

Él parecía sacado de otro siglo, ahí absorto con su libro de verdad. Pasaba las páginas y todo con los dedos. Fruncía el ceño y sonreía a veces, igual que la gente que miraba las pantallas, pero los gestos de aquel hombre tenían otra intensidad.

 

Algo impúdico, porque todos sabíamos que las páginas muertas no le estaban comunicando nada en ese momento; no es que un amigo de repente te mande un chiste o tu novio un emoticono de corazón. Sin embargo, él se emocionaba como si lo fuera. Como si estuviera interactuando con ese árbol asesinado. Jugando descaradamente a su propio juego, él solo, ahí tan tranquilo, sumergido en quién sabe qué mundos, leyendo desde el fondo del vagón.

0 comentarios